sábado, 6 de agosto de 2011

La siesta


Reconocido instante de la tarde serena

gestos que renacen del sueño que se inquieta

avivando sin compromiso la llama que flamea

ardiendo sin pudor careciendo de espera

quemando mis ojos del sopor

que renace en mi mente poco despierta

signo del final del ágape copioso

que llena nuestro cuerpo en las tardes de estío

donde el sol nos saluda con rayos luminosos,

el calor fiel amigo del sudor que riega mi cuerpo

baños de color que mojan mis sabanas

intentando dormir sin esperar nada

disposición de un tiempo medido  en mi reloj de ocio

minutos de sintonía de música inerte

que llenan mis oídos sin querer oír

notas oníricas de melodía imperiosa

que se enredan en la almohada de mi lecho

revoloteando y anidando sin pedir permiso.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

bellisimo,una hermosura,amigo mio,poeta,Santi
gracias por compartir
un abrazo
lidia-la escriba

STARLIGHT dijo...

Bonito poema Santiago, es un gusto visitarte e ilustrarme con tu poesia, desde Guatemala SL